Ya ha nacido mi hermanit@. ¿Y ahora que?

La llegada del segundo hijo altera la estructura familiar. Nos imaginamos un modelo social en el que nos muestran a los hijos como compañeros inseparables que crecerán juntos y que serán amigos para siempre, pero la realidad es muy distinta y es común que las madres sientan presiones, cansancio, sensación de tener que intervenir constantemente en la relación de sus hijos, miedo a que no se lleven bien, … y culpabilidad porque lo que nos encontramos no es lo que esperamos y esto nos hace pensar que algo no estamos haciendo bien.

El herman@ mayor necesita tiempo para digerir la realidad. Ahora, para obtener lo que necesita tiene que esperar más veces y durante más tiempo. También está mas tiempo sol@ y los padres suelen ponerle límites con mas frecuencia porque le han de enseñar las cosas que puede hacer o no con el bebé. Por otro lado, la familia ya no puede decidir nada de forma improvisada porque han que tener siempre en cuenta el horario del recién nacid@. Estas pérdidas son importantes para un niño pequeño, que puede percibir a su herman@ como un intruso no deseado.

Como padres, podemos sentir pena por el hij@ único que, de repente, tiene que compartir vuestro amor y atención con un herman@. Y es que los niños piensan de forma concreta. Ven el amor como algo que se puede acabar y si mamá da amor al recién nacido, no quedará tanto para ell@s.

Que podemos hacer para ayudar a nuestros hijos? Dependerá de la edad del primer hij@, siendo mas fácil cuanto mayor sea.  En concreto, podemos:

  • Intentar pasar tiempo en exclusiva con el/la mayor mientras el bebé duerme o alguien se hace cargo para tener momentos de conexión y que pueda sentirse especial.
  • Permite que te ayude a cuidar al bebé siempre y cuando el/la herman@ quiera. No debemos obligarlos nunca.
  • Acepta que es posible cierto comportamiento infantil en el/la mayor, por ejemplo, hablar como un niño pequeño, … Permíteselo y acompáñal@. Deja que juegue a ser un bebé.
  • Intentar mantener una rutina lo más parecido posible a la anterior. Es importante mantener momentos especiales con el/la mayor como la hora del cuento, el baño, vuestros juegos, …
  • Tener cuidado en no dar al recién nacid@ objetos especiales que pertenecieron al herman@ mayor sin pedirle primero permiso.

A veces el herman@ mayor expresa sentimientos negativos. Son emociones perfectamente naturales que deben ser expresadas. Se sentirá comprendid@ si sus padres le escuchan, sin juicio, haciéndole saber que tiene todo el derecho a expresar su rabia hacia el bebé siempre y cuando no le haga daño.

Espero que estos pequeños consejos te ayuden. Y recuerda que esta fase también pasará, que no durará para siempre y que la relación entre hermanos está en constante cambio. ¡Lo estás haciendo bien!

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